Alopecia (del griego alopex) es la pérdida anormal o rarefacción del cabello, por lo que el término se considera un sinónimo de calvicie. Puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en la que existe pelo, como las pestañas, cejas, axilas, región genital y barba. La alopecia puede clasificarse en multitud de grupos, según su origen y manifestaciones, pero la forma más frecuente es la alopecia androgénica, que es responsable del 95% de los casos y afecta principalmente a los varones, menos frecuentemente a las mujeres. Otras formas comunes de alopecia son la alopecia areata, en la que la pérdida del pelo no es definitiva y se circunscribe comúnmente a un área determinada; la alopecia universal que es la forma extensa de la alopecia areata; y la alopecia cicatricial que está provocada por una destrucción del folículo piloso y es por lo tanto irreversible. Existen muchas variedades de alopecia de presentación menos frecuente que pueden estar originadas por causas genéticas, infecciones cutáneas, traumatismos, deficiencias nutritivas y ciertas enfermedades de la piel o generales. Es recomendable realizar una consulta para tratar el caso a tiempo